
Las adaptaciones de Broadway fueron muy socorridas como cantera del género musical que durante la decada del 30, con el descubrimiento del sonoro, floreció con efervescencia en Hollywood. Roberta de William A. Seiter (1935) es uno de esos musicales que fueron adaptados al cine por la productora RKO con un enorme éxito y que, además de ser un producto bastante logrado y entretenido, nos presenta el mundo de la moda con un fastuoso y atractivo despliegue de modas, tanto así que terminó por darle nombre a una casa de moda italiana. Basada en la novela Vestidos por Roberta de la conocida poeta feminista Alice Duer Miller.
John Kent (Randolph Scott) y Huck Haines (Fred Astaire) viajan a París con la banda los Indianos de Wabash respondiendo a una oferta de trabajo. Cuando el barco arriba, Alexander Voyda (Luis Alberni) quien los contrató se niega a darles trabajo pues él había pedido indios americanos, no indianos. Varados y sin trabajo John decide ir a visitar a su tía Roberta, una gran dama de la moda parisina, dueña de la casa de modas del mismo nombre. Allí conocen a la diseñadora principal Sthepanie (Irene Dunne) y a la condesa Scharwenka (Ginger Rogers), una supuesta aristocrata caprichosa y malcriada.
Tercer filme de la encantadora pareja Rogers-Astaire, destaca entre las comedias de enredos típica por la química que logran los actores -no tan visible en otros filmes- y por la presencia de importantes nombres como Helen Westley, una actriz de carácter que desarrolló una carrera bastante corta y que al igual que la actriz y cantante Irene Dunne había comenzado hacia solo cinco años antes en 1930. Ambas forman la dupla directiva de la casa de modas. Junto el reconocido Randolph Scott como el sobrino de Roberta y la banda forman un divertido conjunto de personajes.
Por el lado musical el filme tiene diez números donde además de la pareja protagonista, tiene voz principal Irene Dunne con Yesterdays o Smoke Gets in Your Eyes. Conocida como la mejor actriz que nunca logró ganar un premio de la Academia, el talento de Dunne se hace visible en este filme, donde además comparte protagonismo, al ser la diseñadora principal de la casa y la destinataria del amor del sobrino de Roberta. Destacan además I’ll be Hard to Handle en la voz de la Gingers Rogers y el despliegue final de música y creatividad que la producción desborda en torno al diseño de vestuario tanto para los personajes como para la exhibición.
Para el desfile de modas del final se utilizaron más de una veintena de diseños originales de Bernard Newman, quien recién en 1933 había comenzado a trabajar para la industria del cine proveniente del mundo de la alta moda. Con este filme, la RKO se permite disparar el presupuesto dándole al vestuario una libertad absoluta que Newman convierte en despliegue de telas, sedas, plumas, pieles, tocados y diseños lujosos y distinguidos, que terminarían por encumbrar su carrera en Hollywood.
Roberta es la única película de la pareja de bailarines que fue objeto de un remake años después, en 1952 por parte de la compañía productora MGM; quienes compraron los derechos del musical y lo mantuvieron fuera del mercado durante casi 50 años. El remake de los 50 titulado Lovely to look at realizado en Technicolor fue dirigido por los reconocidos Mervyn LeRoy y Vincente Minelli -sin acreditar- pero no tuvo gran acogida. La obra de William A. Seiter sigue siendo la versión fílmica más acertada de este musical de 1933 de Jerome Kern y Otto Harbach.
Título original: Roberta Otros títulos: Roberta País: Estados Unidos Año: 1935 Duración: 106 minutos Productora: RKO Radio Pictures Dirección: William A. Seiter Guion: Obra: Jerome Kern, Otto Harbach Música: Jerome Kern, Otto Harbach Fotografía: Edward Cronjager Reparto: Irene Dunne, Fred Astaire, Ginger Rogers, Randolph Scott, Helen Westley, Victor Varconi, Claire Dodd, Lucille Ball